Al amanecer del cuarto día y tras un
energético desayuno tomamos el sendero del oeste y nos dirigimos a los molinos,
convirtiéndonos en pequeños exploradores y siguiendo el rastro de misteriosas
pistas encontrándonos una gran sorpresa.
Descargamos nuestra adrenalina
tirándonos por la tirolina. SÍ PAPIS, SÍ, ESTAMOS VIVOS!!!! Ya se os puede pasar el susto.
No todo fueron emociones fuertes
pero si emociones divertidas.
Cansados y acalorados nos
merecíamos un refrescante baño.
No podía ser otra comida que la
de la vieja, el que quiere las come y el que no las deja.
Como la mañana fue movidita
después de comer una peliculita.
Recuperando nuestros preciosos
cuerpos continuamos para bingo, y entre línea y línea bocadillito de jamón york
y queso. Qué bien nos sentó!! Acompañado de un zumito de melocotón.
Sacando nuestra vena viajera
quisimos convertirnos en acampados por el mundo.
¡¡¡¡HAY QUE VER LO QUE ESTAMOS
APRENDIENDO!!!!
Antes de cenar nos quitamos la
roña, que ya va pesando. ¡ADVERTENCIA! Ir haciendo avío de detergente,
suavizante y estropajo. El que avisa no es traidor.
Panga y empanadillas metimos en
nuestro cuerpo serrano, con ganas de conocer a nuestros personajes favoritos.
Estuvimos con Sherk, Tortugas ninja, Minions, Popeye, La bella y la bestia,…
Con una sonrisa y cargados de
ilusión fuimos a dormir esperando un nuevo día.
Que ganas de veros, ya va
quedando poquito. Aunque, unos más que otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario