ÁNGELES, DEMONIOS Y VICEVERSA.

¡Hola Papis!

Antes de narraros la jornada de ayer, os vamos a contar una curiosidad: sin darnos cuenta hemos aprendido un término nuevo, la empatía. 

Todo comenzó nada más levantarnos. Como cada día, desayunamos. Cuando terminamos, algunos cagamos y otros no. Algunos tiramos de la cadena; a otros nos gusta ver flotar el chorizo y lo dejamos ahí para el siguiente. Anécdotas aparte. El juego mañanero consistió en realizar una serie de pruebas. Cada una de ellas tenía una dificultad añadida: debíamos ejecutarlas como lo haría una persona con alguna discapacidad.

Cuando pasamos por el puesto de los invidentes nos taparon los ojos. La prueba consistía en untar una rebanada de pan con nocilla. Todo esto a ciegas. Así transcurría en los demás puestos: el de los mancos, el de los sordos y  el reconocimiento sensorial.

Total, que sin comerlo pero sí beberlo (nos tienen muy hidratados, los monitores cuidan hasta el último detalle  y nos han instalado un serpentín que nos suministra agua fresquíviri, fresquíviri) estábamos practicando la empatía.

¿Sabéis lo que quiere decir? Ponerse en la situación de los demás. Así pudimos comprobar cómo es el día a día de personas con discapacidad. 

Se empeñaron en que la mañana fuese de aprender, total que nos vinieron a visitar representantes del centro de salud de San Vicente de Alcántara para explicarnos la importancia de una buena protección solar y los riesgos que conllevan las quemaduras solares.

A estos monitores le faltó repartir cuadernillos Rubio, ¡qué mañana de aprendizaje! menos mal que lo compensaron con el juego nocturno.

Nosotros con estas pintas y las visitas no paraban de llegar. Nos vino a visitar Justo, un señor que se dedica a la artesanía. Tiene cosas chulísimas, collares, pulseras, llaveros ...

Justo pasó la tarde con todos nosotros para confeccionar collares con nuestros nombres.

 ¡Ya tenemos identificación! Ahora sólo nos falta el microchip, a ver si esta tarde se acerca la veterinaria y nos lo inserta.

Como ya os comentamos ayer, estamos desarrollando un proyecto radiofónico. Ayer grabamos en directo. Salió todo "fetén". Ahora sólo queda que los monitores editen el audio.

Por la noche no pudimos colocarnos las gabardinas e investigar, no hubo cluedo. Pero en su lugar nos dedicamos a buscar ángeles y  a huir de los demonios. Chillamos, gritamos y descargamos adrenalina. 

Os dejamos papis porque hoy estamos en la faceta de cowboy. Han convertido el recinto en un rodeo. No os acordasteis de echarnos monturas y espuelas en las maletas, hemos fabricado indumentaria vaquera con esparto de la cocina.

¡Besos para todos!

P.D. Si os tiráis "peos" abrid las ventanas. Nosotros nos los tiramos en las tiendas con las puertas cerradas y olemos a galápagos de pantano.